Anarquía, Estado y Utopía es la obra fundamental de Robert Nozick y uno de los pilares del libertarismo político. Es una respuesta directa a Una teoría de la justicia de John Rawls y plantea una defensa del Estado mínimo, cuya única función legítima es proteger los derechos individuales: la vida, la libertad y la propiedad.

Nozick sostiene que cualquier intento del Estado de redistribuir riqueza o intervenir en la economía viola los derechos naturales de las personas.
A través de argumentos rigurosos y ejemplos —como el célebre caso del jugador de baloncesto Wilt Chamberlain—, demuestra que la justicia no puede medirse por resultados igualitarios, sino por procesos voluntarios y respetuosos de la libertad individual.

El libro culmina con una visión utópica del pluralismo social: una sociedad libre donde diferentes comunidades puedan coexistir, cada una con su propio modelo de vida, sin imposición estatal.