Este libro pretende narrar cómo vivió Madrid los primeros momentos de la Guerra Civil —el caos, los enfrentamientos, el derrumbe del orden, las milicias, la caída de la autoridad, la violencia— con un tono claramente crítico contra los milicianos y la República:

• Sanabria describe con crudeza lo que considera como “hordas”: saqueos, expropiaciones de bienes, “checas” (centros de detención), violencia callejera, desorden social. Hay denuncias de abusos por parte de milicianos, su brutalidad, y un retrato moralizante de esos sucesos.

• El libro no es tanto un diario neutral o un análisis histórico con distancia: adopta una postura claramente favorable al bando nacional-sublevado, dentro del contexto de 1937-38, y busca denunciar la “barbarie” atribuida a las milicias republicanas.

• Su estilo es testimonial / propagandístico / literario —mezcla crónica con pasajes dramáticos, descripciones intensas, generalizaciones sobre “el pueblo”, “la horda” — lo que significa que debe leerse con espíritu crítico: no es una historia académica rigurosa, sino un documento de conflicto, con sus sesgos. 

Por eso, muchos estudios posteriores lo sitúan más como parte de la literatura de guerra y propaganda franquista que como fuente histórica objetiva.